La muralla de Lima, un emblema virreinal

Sólo dos ciudades amuralladas tuvo el Virreinato del Perú, Lima y Trujillo, además del puerto del Callao cuya muralla existió entre 1643 y 1746 cuando un terremoto la destruyó. En esta entrada voy a relatar los hechos sobre la muralla de Lima, historia que todo limeño debe conocer. Es difícil imaginar que esta ciudad tan desordenada por el tráfico de automóviles, el transporte urbano caótico, el crecimiento desmedido de las construcciones, entre otros, haya tenido unos muros que la contengan. ¿Por dónde pasaban esos muros? ¿Cómo se accedía para ingresar y salir? ¿Qué ha quedado de la muralla?

Como muchas ciudades españolas, Lima tuvo una muralla que delimitaba la ciudad y fue construida durante el gobierno del virrey Melchor de Navarra y Rocaful (1681-1689), conde de la Palata. El motivo era proteger la ciudad de un ataque enemigo que desembarcara en un sitio diferente al Callao. El proyecto fue desarrollado por el cosmógrafo mayor Jan Raymond Coninck quien planteó detalles técnicos de la construcción y su costo. El proyecto inicial consistía en el amurallamiento del núcleo urbano en la parte izquierda del río Rímac, excluyendo el barrio de San Lázaro (hoy el distrito de Rímac) y el Cercado de Indios de Santiago. El costo estimado de la inversión fue de 618 360 pesos. En ese tiempo, se usaba como moneda los pesos de a 8 reales, cada uno de ellos tenía 25.56 gr de plata. Es decir, que a precios de hoy costaría S/ 39,4 millones de soles, considerando S/ 2,49 por gramo de plata pura.

El virrey hizo las gestiones para la autorización de la construcción ante el Rey Carlos II (llamado El Hechizado, quien fue el último de los Habsburgo) porque había sido testigo de las consecuencias de la toma de Panamá por los piratas, además del temor que sufrió la población luego del ataque pirata en Veracruz (México) en 1683 y en Zaña en 1686.

La autorización de la construcción se aprobó en Madrid con Cédula Real del 15 de junio de 1685. Se le recomendó al Virrey producir el suficiente caudal para cubrir tanto las obras como su mantenimiento y reparación. Asimismo, junto a la autorización se hizo llegar recomendaciones técnicas de Alejandro de Bournonville, Virrey de Cataluña, que modificaba el proyecto original de Coninck. En realidad, las obras ya habían comenzado un año antes y por lo tanto, los cambios propuestos por el Virrey de Cataluña para mejorar la capacidad defensiva fueron difíciles de implementar.

Plano de Lima en 1751

Fuente: Antonio de Ulloa, 1751

Para transponer el trazo de la muralla a un plano de hoy utilicé el Google Earth. Desde la portada de Monserrate, en el NO de Lima, la muralla seguía un recorrido curvo que atravesaba la calle Sancho de Rivera y el Jr. Huancavelica hasta llegar a la Plaza Ramón Castilla, luego seguía el trazo de la Av. Alfonso Ugarte hasta el Jr. Quilca, donde se forma una gran curva atravesando el Jr. Pedro Dávalos, el Jr. Ilo, la Av. Uruguay, la Av. Bolivia, la Av. Garcilaso de la Vega y el Parque Neptuno, cortaba el Jr. Cotabambas y el Jr. Sandia hasta llegar a la Av. Grau. Luego seguía el recorrido de la Av. Grau hasta el Jr. Andahuaylas, donde nuevamente se curvaba atravesando los Jr. Paruro, Huanta, Cangallo, Huamanga, La Mar, Lucanas y Parinacochas hasta llegar al Jr. Puno donde seguía su trazo hasta el Jr. Junín. Luego doblaba por la Av. Rivera y Dávalos hasta atravesar el Jr. Conchucos y llegar al Jr. Ancash. Luego atravesaba el Jr. Sebastián Lorente y el Jr. Amazonas para seguir el borde de la ribera del río Rímac hasta Monserrate.

La muralla de Lima

Fuente: Google Earth, elaboración propia

La muralla constaba de tres elementos importantes: i) los baluartes o bastiones, que eran construcciones sobresalientes donde se colocaban las defensas de artillería; ii) las cortinas, que eran los muros entre cada baluarte; y iii) las portadas, que eran los ingresos y salidas de la ciudad.

Los baluartes estaban hechos con doble muro de adobe rellenados con tierra y desmonte y con cimientos de cal y piedra. Su altura máxima alcanzaba los 6,90 m. Las cortinas también fueron de adobe con cimientos de piedra de río con argamasa de cal y arena. Su altura fue de 6,0 m de alto por 3,0 m de ancho. La longitud de las cortinas varió entre 130 m y 160 m. La muralla encerró un área de aproximadamente 5 millones de m², mayor a la proyectada inicialmente.

Hubo inicialmente 5 portadas y luego se sumaron 5 más:

  1. Portada del Callao, en la actual Plaza 2 de Mayo
  2. Portada de Guadalupe, en la actual Paseo de los Héroes Navales
  3. Portada de Cocharcas, en el cruce del Jr. Cangallo y la Av. Grau
  4. Portada de Barbones, en el cruce de la Av. Grau y la calle Sebastián Lorente
  5. Portada de Maravillas, en el cruce del Jr. Ancash y la calle Sebastián Lorente
  6. Portada de Monserrate, cerca de la antigua estación de Monserrate
  7. Portada de San Jacinto, en el cruce del Jr. Quilca con la Av. Alfonso Ugarte
  8. Portada de Juan Simón, en el cruce del Jr. Washington y el Jr. Uruguay
  9. Portada de Santa Catalina, en el cruce del Jr. Ayacucho con la Av. Grau
  10. Postigo de Martinete, a orillas del río Rímac, cerca del canal de Huatica
En cada portada había un control aduanero para prevenir el contrabando de plata sin sellar. Se encontraban cerradas entre 10pm y 5am. Solo existen dos portadas en registro fotográfico, la de Maravillas (muy cerca de la actual Iglesia Santo Cristo de Maravillas) y la del Callao (en la Plaza 2 de Mayo). 

Portada de Maravillas

Fuente: Librería del Congreso de Estados Unidos

Portada del Callao

Fuente: Rafael Castro y Ordoñez, 1862

No existen registros fotográficos de las cortinas, a excepción de una fotografía, tomada desde donde es hoy el Paseo de los Héroes Navales, donde se ve la puerta principal del Parque de la Exposición que daba al frente de la Penitenciaría (hoy Real Plaza del Centro Cívico). La calle donde se encuentra la portada es la Av. España, es decir la portada se encontraba donde hoy está el ingreso al estacionamiento del Real Plaza. Al fondo de la fotografía se puede ver parte de la muralla de Lima entre las portadas de Juan Simón y Guadalupe. Esta sección del Parque de la Exposición, donde hoy está el Museo de Arte Italiano, se encontraba intramuros, por ello desde el ángulo de la fotografía se puede ver la muralla. En el año de la inauguración Parque de la Exposición en 1872 ya había empezado la demolición de la muralla.

Portada principal del Parque de la Exposición

Fuente: Colección Estudio Courret, Museo de Arte de Lima

Con respecto a los baluartes, hoy existe uno, el de Santa Lucía, casi completo, y los restos de otros dos, el Comandante Espinar y el Puerto Arturo. Los tres están en El Agustino, cerca de la Plaza del Cercado. En el baluarte Santa Lucía funciona la casa de refugio de mujeres Gladys que le da alguna protección desde el interior. Los otros dos baluartes están invadidos y muy deteriorados. En la imagen siguiente se aprecia en negro el trazo de la muralla por el sector de esos baluartes que pasaba donde es hoy la Av. Rivera y Dávalos.

Baluartes existentes 

Fuente: Google Earth

En la siguiente fotografía se puede ver el baluarte Santa Lucía desde la estación El Ángel de la Línea 1 del Metro de Lima.

Baluarte Santa Lucía

Fuente: archivo personal

En el 2017 pude ingresar al baluarte Santa Lucía desde la casa de refugio de mujeres, lo que me permitió apreciar algunos detalles desde el interior.

Parte interna del Baluarte Santa Lucía

Fuente: archivo personal

Parte interna del Baluarte Santa Lucía

Fuente: archivo personal

Sin embargo, de los otros baluartes solo existen partes de sus paredes, las mismas que han quedado atrapadas dentro de las manzanas urbanizadas.

Restos del baluarte Puerto Arturo (desde Calle Pativilca)

Fuente: Google Street View

Restos del baluarte Comandante Espinar (desde Bulevar República)

Fuente: Google Street View

Restos del baluarte Comandante Espinar (desde el Pasaje Ámbar)

Fuente: Google Street View

Por el lado del río Rímac, no existía una muralla propiamente dicha, sino defensas ribereñas para la protección de la ciudad ante la crecida del río. Los restos de estas defensas, que se pueden apreciar en el Parque de la Muralla, fueron construidas con ladrillo y piedras grandes de río unidas con argamasa de cal. Sobre estas defensas existieron casas de adobe.

Estructuras defensivas en el Parque de la Muralla

Fuente: archivo personal

Estructuras defensivas en el Parque de la Muralla

Fuente: archivo personal

Estructuras defensivas en el Parque de la Muralla

Fuente: archivo personal

A mediados del siglo XIX la muralla presentaba mucho deterioro y se había convertido en su parte externa en botadero de basura y guarida de malhechores. Asimismo, ya no tenía la función de protección de la ciudad ante ataques piratas como inicialmente se justificó. El historiador Raúl Porras Barrenechea dijo que la muralla murió virgen de pólvora porque la ciudad nunca fue sitiada o atacada.

Ante el incremento demográfico y la necesidad de modernizar y expandir la ciudad el gobierno de José Balta creó, por decreto, una comisión para que elabore lo planos entorno a las murallas y plantee la urbanización con manzanas y calles. La comisión estuvo encargada de fijar el tamaño de los lotes y el precio de los mismos. Según Bruno Polack, en su libro La ciudad que no existe, el presidente Balta quería imitar a las grandes capitales y proyectar avenidas más amplias e iluminadas. Demostrar al mundo que el Perú podía ser también un país moderno.

Decreto del 1 de diciembre de 1869


Fuente: Archivo Digital del Congreso de la República

Un dato curioso es que la comisión debía fijar el precio por metro cúbico del material de la muralla y el decreto dispuso que las portadas de Maravillas y la del Callao no deben destruirse. Quizás sea esta la razón por la que se tenga registro fotográfico de solo estas dos portadas.

De hecho, pronto se empezaron a construir algunas instalaciones públicas extramuros como el Parque de la Exposición en 1872, el Hospital 2 de Mayo en 1875 y el Hospital Santa Sofía en 1876. Por otro lado, el Cementerio Presbítero Maestro había sido inaugurado en 1808 y por ello las cortinas adyacentes ya se habían demolido para esa época.

El ingeniero agrónomo Luis Sada di Carlo tuvo a su cargo el levantamiento del nuevo plano de Lima y el estudio de un programa de regulación y ornato público integral, mientras que Henry Meiggs se encargó de demoler la muralla a partir de 1871 a cambio de obtener los terrenos adyacentes para su usufructo. El 11 de setiembre de 1871 se aprobaron los planos urbanísticos y la venta de lotes. Lo que se había proyectado fue construir una avenida circunvalación en los lados más extensos de la muralla que constituye hoy el eje vial conformado por la Av. Grau y la Av. Alfonso Ugarte que se unen en la Plaza Bolognesi. En el plano siguiente se puede apreciar este eje vial que inicialmente se llamó Av. Circunvalación y se puede ver que existían cuatro baluartes en pie en la Av. Rivera y Dávalos. De ellos solo el baluarte Santa Lucía se encuentra hoy en buenas condiciones, de otros dos solo hay restos y uno ya no existe.

Plano de Lima en 1880

Fuente: P. V. Jouanny, 1880

El lado de la muralla que daba donde hoy es la Av. Rivera y Dávalos, cerca de la Plaza del Cercado y del Cementerio Presbítero Maestro, parece que no tenía mucho valor comercial, por lo que no fue considerado como parte de la expansión urbana de ese entonces. Hoy en día el desarrollo económico de esa zona es muy bajo e incluso tiene características rurales, con terrenos amplios disponibles como se ve en la foto siguiente.

Terreno adyacente a la Av. Rivera y Dávalos

Fuente: archivo personal

Dato por corroborar

Existe un muro empedrado en el lindero de la Planta de la empresa UNICOM frente al Cementerio Presbítero Maestro. No sé cuál es el origen de este muro, pero parece ser una antigua defensa ribereña que no formaba parte de la muralla de Lima, pero se encuentra cerca de donde pasaban las cortinas (líneas en negro en la fotografía de abajo). Este muro se puede observar desde la Estación Presbítero Maestro de la Línea 1 del Metro de Lima.

Fuente: archivo personal


Bibliografía

BURNEO, Reinhard (2012). Las murallas coloniales de Lima y Callao. Editorial Universitaria de la Universidad Ricardo Palma.
ESQUIVEL Coronado, Jéssica. La muralla de Lima. Entre las razones para su construcción y demolición.
ORREGO Penagos, Juan Luis (2018). Lima en la década de 1870, una ciudad para el cincuentenario de la Independencia. En Líneas Generales, año 1 número 2, 30-40.

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