El pisco en la Guerra del Pacífico

Esta vez he querido escribir, luego de investigar la información de mi biblioteca, sobre la mención que se hace del pisco en la guerra con Chile, a través de documentos originales. Me parece importante rescatar que el término pisco ya se usaba en la segunda mitad del s. XIX (incluso antes, ver Pisco, un nombre que está impreso en tinta y Entre viñedos y botijas) y que fuentes chilenas reconocían el producto como excelente. Esta entrada puede probar que los argumentos contrarios no tienen fundamentos (ver La guerra del pisco a través del estudio de los marbetes).

Documento sobre demanda de un robo de veinte piscos de aguardiente de Italia con la marca del margen JJA (1841)

Fuente: Entre viñedos y botijas. Ministerio de Cultura. Archivo General de la Nación.

Existe una gran rivalidad con Chile sobre el origen del pisco, hecho que no voy a explicar, sin embargo, se debe reconocer que existen profundas evidencias de su origen peruano por la primera mención histórica que hace Francisco López de Caravantes, Contador del Tribunal de Cuentas de Lima, al exponer en su Relación de las Provincias que tiene el gobierno del Perú; los oficios que en él se proveen y la Hacienda que allí tienen S.M; lo que gasta de ella y le queda libre y otras cosas que se sustentan con la Real Hazienda y tocan al gobierno superior y conservación del Reino, con el origen que han tenido y el estado (1614): "el valle de Pisco, sigue siendo el más abundante de excelentes vinos de todo el Perú. Desde allí uno que compite con nuestro Jerez, el llamado aguardiente Pisco, por extraerse de la uva pequeña, es uno de los licores más exquisitos que se bebe en el mundo".

Luego de la campaña marítima que culminó con la captura del monitor Huáscar por parte de los chilenos, se desencadenó la campaña terrestre con el desembarco en Pisagua, por entonces territorio peruano, el 2 de noviembre de 1879. Poco después, el 19 de noviembre se libró la Batalla de Dolores (o de San Francisco). En el Boletín de la Guerra del Pacífico (Num. 23. Santiago de Chile, diciembre 9 de 1879) se da cuenta, luego de la derrota peruana, de la existencia de batallones privilegiados, como el batallón 3ro de Ayacucho comandado por el coronel "Pradito" que, a causa de la influencia de los jefes, tenían en sus morrales una buena cantidad de provisiones: Los soldados de este batallón tenían en sus morrales una buena cantidad de maiz tostado, galletas i charqui, i en sus cantimploras, no ya agua, sino dos buenos litros de excelente pisco.

Después de una larga lista de combates (en Tarapacá, Tacna y Arica), los chilenos se aprestaron a incursionar sobre la ciudad de Lima, paralelamente se realizaba el bloqueo del Callao y la Expedición Lynch en el norte del Perú para exigir contribuciones de guerra a las haciendas azucareras.

Es así que en setiembre de 1880, durante la Expedición de Lynch, se destruyó la Hacienda Palo Seco en Chimbote, perteneciente a Dionisio Derteano Echenique por no pagar la contribución exigida. Benjamín Vicuña Mackenna, historiador chileno, cuenta este episodio: Solo se habían salvado los animales de lujo i las principales obras de la escojida biblioteca; todo lo demas, hasta los alfombrados i pipas de ron i de pisco, fue devorado por las llamas.

El mismo historiador, al describir a la ciudad de Ica dice: ... es un pueblo de siete a ocho mil habitantes; está rodeado de chácaras dedicadas especialmente al cultivo de las viñas que producen el famoso pisco.

El plan chileno fue desembarcar una parte del ejército en la ciudad de Pisco, hecho que ocurrió el 20 de noviembre de 1880, y el grueso del ejército desembarcar en Curayacu el 22 de diciembre de 1880, luego juntarse y marchar hacia Lima. Era costumbre que representantes de las potencias acompañaran a los ejércitos beligerantes como observadores del conflicto. A partir del desembarco en Pisco se integró al ejército de Chile, William Dyke Acland, Capitán de Fragata de la Marina Real Británica, además de otros representantes de la marina francesa, estadounidense e italiana.

Acland escribió un relato personal denominado Seis semanas con el ejército chileno: un corto relato de una marcha desde Pisco a Lurín que fue publicado en la isla Norfolk (Australia) en 1881, donde describe los hechos que sucedieron durante el camino a pie de las tropas de Lynch hasta Lurín.

Relato de William Dyke Acland

Fuente: Diplomacia y cañones en la Guerra del Pacífico. Cecilia Wu Brading.

En aquel relato, Acland menciona que el lugar seleccionado por el comandante chileno se llama Pisco, que es "famoso por su aguardiente y un licor fabricado del jugo de uvas conocido como Italia o Pisco". En el camino hacia Lima, cuando avanzaron hasta poco más allá de Tambo de Mora a recoger agua de unos pozos menciona "Seguimos en la noche con las interrupciones usuales de cada hora, esto nos permitió tomar nuestro refrigerio, el cual consistía en carnes enlatadas y un vaso de italia y pisco".

En otro pasaje, cuando llegan a un caserío llamado San Antonio, luego de darse cuenta que habían dos soldados muertos y dos heridos "Prendimos fuego al lugar. Mientras comíamos hubo una fuerte explosión, las cenizas y los cascajos nos cayeron encima. Al principio pensábamos que esto había ocurrido por el estallido de una mina, pero concluimos que fue provocado por la pólvora suelta o por una jarra de pisco calentada por las llamas de una casa incendiada...".

Llegando a Chilca dice: "Encontramos una gran cantidad de pisco en Chilca y, dado que el agua era escasa, algunos integrantes de la tropa bebieron más de lo que les convenía".

Daniel Riquelme, escritor, periodista y cronista chileno, quien integró la comitiva civil que acompañó al ejército chileno durante la Guerra del Pacífico como corresponsal de El Heraldo de Santiago, cuenta que a causa que las iglesias no mantenían la neutralidad de lo sagrado porque protegían a los peruanos, los soldados cometían robos en las mismas: Del presbiterio de una iglesia abandonada de Lurín los soldados sacaron un buen entierro de cancos de pisco.

Mas tarde, en la Batalla de Miraflores, la muerte del capitán del Aconcagua don Augusto Northenflicht  es narrada por Vicuña Mackenna de acuerdo a la versión del coronel Diaz Muñoz: El capitan A. Northenflicht, del Aconcagua, llegó tambien en comision al monton de escombros, i despues de darle un trago de pisco de una botella que tenia mi ayudante Carreño, le dije: Vaya, capitan, a incorporarse a su cuerpo, aquí no puede estar usted, i se fué al frente. Al poco rato supe lo habian muerto de un balazo en la frente.

Por otro lado, el alcalde de Pisco, Florencio Escardó, escribió una carta al comandante en Jefe de la Escuadra de Chile el 5 de agosto de 1881 para decirle que los vecinos notables de la ciudad han acordado un impuesto temporal y extraordinario para atender la exigencia de su comandancia para alimentar a la tropa. Para ello, lista una relación de productos, entre los que destaca $ 0.50 por pisquitos.

Ese mismo año, en una carta de Francisco Alvaro Alvarado, que había sido el brazo derecho del delegado de la intendencia del ejército chileno, a Vicuña Mackenna, fechada el 30 de diciembre de 1881, le dice: Anteayer llegó la primera brigada de la 2da División, tenian preparados sus carteles, una pila de provisiones, rico pan, choclos, papas, un gran pisco por rejimiento.

Finalmente, una noticia del Diario Oficial del 26 de octubre de 1882 aparece insertada como prueba en el Expediente Judicial de Causas Criminales, en el cual Antonio Viñals se querella contra Tomás Capella por el delito de injurias graves. Menciona que dos curas pasados de pisco insultaron al caballero Viñals.

Noticia del Diario Oficial

Fuente: Entre viñedos y botijas. Ministerio de Cultura. Archivo General de la Nación.

Como se puede evidenciar, hay numerosas citas del término pisco entre 1879 y 1883, durante la Guerra del Pacífico, lo que es un hecho que el famoso licor fue muy consumido entre peruanos y chilenos.

Bibliografía

Acland, William Dyke (1881). Seis semanas con el ejército chileno: un corto relato de una marcha desde Pisco a Lurín, en Wu Brading, Cecilia (2016). Diplomacia y cañones en la Guerra del Pacífico. Biblioteca Nacional del Perú. Lima.

Mc Evoy, Carmen (2016). Chile en el Perú: la ocupación a través de sus documentos 1881-1884. Fondo Editorial del Congreso del Perú.

Riquelme, Daniel. Bajo la tienda: Recuerdos de la campaña al Perú y Bolivia, 1879-1884 (Spanish Edition) . textos.info. Edición de Kindle. 

Vicuña Mackenna, Benjamín (1881). Historia de la Campaña de Lima 1880-1881. Santiago De Chile, Rafael Jover Editor.

Boletín de la Guerra del Pacífico Num. 23, Santiago de Chile, 9 de diciembre de 1879.

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