El tráfico de armas y el buque turco

Es triste escribir sobre lo que no permitió tener una esperanza en la Guerra del Pacífico para salir victoriosos, o por lo menos haber tenido una defensa digna que no haya terminado por ceder territorio ¿Hubo alguna estrategia por parte de Perú para adquirir buques y armas evadiendo el espionaje chileno? ¿Se implementó una red de inteligencia a través de la diplomacia? Lo cierto es que ni Perú ni Chile, al inicio de la guerra, se encontraban preparados para enfrentarse por carecer de recursos bélicos.

Los países beligerantes estuvieron vetados para adquirir armas durante la Guerra del Pacífico. Todos los países tenían que guardar neutralidad ante el conflicto, sin embargo, Chile, a través de su diplomacia pudo importar armas y municiones valiéndose de agentes secretos. En cambio, Perú tuvo que recurrir a la fabricación doméstica de cañones y municiones, como los White y Grieve, que eran imitaciones de los cañones Vavasseur y Krupp, respectivamente. El ingeniero mecánico Juan C. Grieve diseñó los cañones que llevan su nombre, invirtiendo su dinero, apoyado por los socios del Club Nacional y utilizando las instalaciones del Ferrocarril Inglés y de la Escuela de Artes y Oficios.

Juan Crisóstomo Grieve Downning



Chile configuró una red de inteligencia en el exterior con Alberto Blest Gana en Europa y Francisco Astaburuaga en Norteamérica que le permitió adquirir suficiente armamento de artillería e infantería en Europa. Blest Gana fue un novelista y diplomático en Francia e Inglaterra. Con él trabajaron Carlos Morla Vicuña y el capitán de navío Luis Lynch Solo de Zaldívar, hermano de Patricio Lynch, quien contaba con una red de contactos europeos, especialmente oficiales de marina y personal de astilleros. El gobierno chileno creó fondos extraordinarios y secretos para la adquisición de armamentos y para conseguir información y bloquear las gestiones de Perú para la compra de armas. De manera oportuna, el 6 de abril de 1879, un día después de la declaración de guerra al Perú, el gobierno chileno extendió una comunicación circular a todo su servicio consular:

Señor Cónsul (…) En tales circunstancias es el deber principal del Cuerpo Consular de Chile en el extranjero, el vijilar de manera continua i eficaz, cada Cónsul en los límites de su distrito, las acciones de los ajentes del enemigo, a fin de transmitir a esta Legación cuanto dato fidedigno pueda procurarse a este respecto. En esta virtud, recomiendo a U. que, con todo el celo de que es capaz, vele por sí mismo i por cuanto medio tenga a su alcance, para que ningún acto o preparativo de ajentes bolivianos o peruanos en su distrito consular nos pase desapercibido. Encargo a U. especialmente que me comunique en el acto por telégrafo cualesquiera datos positivos que obtenga respecto de la adquisición de elementos navales, armamentos o municiones destinados a alguno de estos países. Dado caso que U. por conocimiento proponer de un modo confidencial medios, más o menos adecuados i seguros para conseguir esta investigación sea eficaz, sírvase proponerlo por nota a esta Legación a fin de resolver en cada caso lo que sea oportuno. Esta Legación confía en que todos los miembros del Cuerpo Consular de Chile de su dependencia, rivalizaran en celo i abnegación, en el desempeño de este sagrado deber. Dios gue. a U. Por orden del Sr. Ministro. El 1er. Secretario Carlos Morla Vicuña.

Fuente: Archivo Histórico Nacional de Chile, Fondo Legación de Chile en Francia y Gran Bretaña (1819-1903), Volumen 145: Oficios enviados

Por el lado peruano, solo se sabe que mientras Juan Mariano de Goyeneche y Gamio, arequipeño, III Conde de Guaqui, era ministro plenipotenciario del Perú en Francia, fue enviado Francisco Rosas Balcázar, diplomático, con el encargo de negociar la enorme deuda externa del Perú y restablecer el crédito. Para asuntos de compra de buques y armas estuvieron en Francia Alejandro Muñoz Sologuren y un tal Pareja, ambos oficiales navales.

Es así que, ante la neutralidad de los países, Perú y Chile, este último en gran medida, recurren al contrabando, soborno y espionaje para la adquisición de armas y municiones en Estados Unidos y Europa principalmente. En el caso de Chile, usaba la neutralidad para impedir que Perú adquiera buques de guerra en Europa, sin embargo, adquiría armas eludiendo la neutralidad de los países.

Blest Gana conformó una red consular de inteligencia y agentes confidenciales en Europa que informaba a su gobierno oportunamente los movimientos peruanos sobre la compra de buques y armamento y actuaba para obstaculizarlos. Especialmente seguía los pasos del Capitán de Navío Alejandro Muñoz Sologuren, cónsul de Perú en Le Havre - Francia y del Capitán de Fragata Pareja, cónsul de Perú en Nantes - Francia. 

(…) por repetidas circulares, he estimulado el celo de los cónsules en el sentido de la vigilancia autorizándoles para dar propinas y servirse si es posible de los vigilantes mismo de las aduanas; tengo espías empleados en algunos puertos, como aquí, por ejemplo, con encargo de avisarme el menor indicio de buque comprado por el enemigo. No omito en una palabra precaución alguna ni arbitrio imaginable.” 

Fuente: BARROS FRANCO, José Miguel (compilador), Epistolario de Alberto Blest Gana, Dibam, Santiago, 2011. Vol. II. p. 49

Blest se valió de personas que podrían colaborar con información favorable a Chile y que tengan cierto perfil que permita cumplir la causa chilena, como el grado intelectual, la preparación militar, el manejo de idiomas, además de la nacionalidad. Blest, en una de sus correspondencias, escribe: Tengo el hombre, es un paisano, un chileno que es ciudadano francés, quien, en cuanto le he dicho que se trata de servir a su país se ha prestado gustoso a ocuparse de observar al presunto comandante. Le he dicho que tendrá diez francos diarios y además aquellos gastos que sea necesario. Es un joven muy inteligente que habla francés, español, inglés, que podrá ir a Inglaterra si es preciso. Es entusiasta por su patria y bien instruido.

Ante las leyes de neutralidad, los dos países tuvieron incentivos para utilizar empresas fachada para realizar las compras, sin embargo, el objetivo era descubrir gestiones a través del espionaje para bloquear la compra del otro denunciando la acción. Así, se frustra, en julio de 1882, la compra del acorazado francés “La Gloire” por parte del Gobierno de Nicaragua, quien era el que triangulaba la compra de Perú. Hay que agradecer el intento de Nicaragua por ayudarnos en aquella época.

Acorazado La Gloire

Fuente: Wikimedia Commons

Asimismo, se concretó la compra por parte de Perú de las fragatas alemanas "Diógenes" y "Sócrates" a través de una triangulación con Grecia, sin embargo, fueron retenidas en Inglaterra por acciones de la inteligencia chilena. En 1889 solo la Sócrates llegó al Perú y fue rebautizada como BAP Lima.

BAP Lima (antes Sócrates)

Fuente: De Geocites - http://www.geocities.ws/buquesdelperu/crucero-lima.html, CC BY-SA 4.0, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=91188075

Debemos recordar que el presidente Mariano Ignacio Prado se fue del Perú en plena guerra, luego de la derrota de Arica para supuestamente comprar armas, sin embargo, como hemos visto, tanto Estados Unidos como los países europeos tenían la obligación de honrar su status de naciones neutrales en el conflicto entre Perú y Chile. Ello implicaba que no deberían vender armas, municiones, pertrechos o naves militares a ninguna de las naciones en litigio, lo que llama la atención ese pretexto de viaje.

En Europa, la red de informantes chilenos seguía los pasos a las gestiones peruanas, sin embargo, en Estados Unidos se podrían hacer compras apañadas a través de Panamá, donde se encontraba el agente oficial del Perú para las compras de armamento Federico Larrañaga, quien contó con el apoyo de B. Mozley, superintendente del puerto de Panamá y hombre al servicio de la Grace & Co, empresa que colaboró con las adquisiciones peruanas. En Nueva York se encontraba el capitán de navío Luis Germán Astete para la adquisición de un blindado, gestión que no fue concretada.

Pero la operación más grande que los chilenos bloquearon a Perú fue la compra de un acorazado del Imperio Otomano, luego que Blest detectó que el Perú intentaba reemplazar al monitor Huáscar, capturado por Chile. Luis Lynch fue enviado por Blest a Estambul, donde a través del almirante Hobbart Bajá, inglés contratado como jefe de la Armada turca, descubrió que se trataba del acorazado Feth-i Bülend de 2.500 toneladas, cañones de 9 pulgadas, doble hélice y 13 nudos de velocidad que había participado en la Guerra Ruso -Turca en 1878.

La compra del buque se había conseguido mediante un regalo de $300.000 al sultán Abdülhamid II. Cuando Blest se enteró de la salida del buque y del regalo al sultán dirigió una nota al embajador turco en Londres Kostaki Musurus Pachá pidiéndole que indague en su gobierno si ha habido o no la venta.

En 1880, Lynch pudo comprobar que el sultán Abdülhamid II había decidido vender este acorazado para incrementar los fondos fiscales disminuidos por la derrota de la guerra contra Rusia. Lynch descubrió, a través del banquero griego Apostolos Jafiri, que el gobierno del Perú había convencido al Imperio Otomano para que por su intermedio vendiera este acorazado a Japón, por la suma de 250 mil libras. El oficial chileno sobornó a los dos principales consejeros del sultán, pagándole a cada uno mil libras para que hagan ver al sultán la maniobra ya que el buque estaba destinado al Perú en vez de a Japón, entonces el monarca ordenó cancelar la venta.

Acorazado Feth-i Bülend

Fuente: By Miralay Ali Sami - Istanbul University archive, from Abdulhamid II's personal collection., Public Domain, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=86807474

Bibliografía

González Amaral, Rafael (2010). La artillería en la Guerra del Pacífico. Academia de Historia Militar.

Parvex, Guillermo. Servicio secreto Chileno (Spanish Edition). Penguin Random House Grupo Editorial Chile. Edición de Kindle. 

Pastén Valdés, Boris Abner (2017). Acciones de inteligencia en la gestión de la legación chilena en Europa, bajo la dirección de Alberto Blest Gana (1879) (Tesis para optar al grado académico de Magister en Historia de Occidente). Universidad del Bío-Bío.

Vásquez Bazán, César. Mariano Ignacio Prado: Tocata y fuga en sol mayor (Spanish Edition). Edición de Kindle. 

Comentarios

  1. La guerra sucia detrás de la guerra, gracias por compartir la información.

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