Espías peruanos colaboradores de Chile
Son muy fascinantes los métodos que se utilizan para obtener información en una investigación forense, policial o de espionaje. En los conflictos bélicos la incertidumbre debe ser la menor posible para adelantarse a las acciones del contrincante. Cuando esto falla, el factor sorpresa es el que gana. Un ejemplo reciente es el ataque de Hamas a Israel.
Entre las partes beligerantes existe información asimétrica, por lo que ambos deberían aumentar su información respecto del otro para reducir su incertidumbre. Los sistemas de inteligencia deben asegurar que la información sea suficiente para prever situaciones riesgosas. De hecho, el que tiene mayor información, con seguridad, es el que gana.
Los sistemas de inteligencia utilizan tecnología, pero principalmente personas que operan la tecnología. En la antigüedad la infiltración era muy usada para conseguir información. En la Guerra del Pacífico, tanto Perú como Chile tuvieron sistemas de inteligencia. Este último tuvo agentes en Perú, Bolivia, EEUU y Europa, mientras que Perú solo en Europa.
La inteligencia chilena operó en Perú desde antes del conflicto bélico de 1879 que tuvo como coordinador central a Adolfo Ibáñez y como coordinador ad hoc a Joaquín Godoy Cruz, quien se ganó la confianza del presidente Mariano Ignacio Prado y de su entorno cercano.
Posteriormente, cuando Perú perdió el control del mar y los chilenos planificaban la invasión terrestre, estos últimos se agenciaron de algunas personas en Lima para que les brindaran información sobre posiciones militares y la compra de armamento. Es increíble que algunos peruanos hayan sido colaboradores de Chile. Según el historiador chileno Guillermo Parvex, autor del libro "Servicio secreto chileno", Enrique Garland von Lotten y Ramón Enrique Bryce López Aldana, ambos ciudadanos peruanos, espiaron a favor de Chile.
Parvex dice que: se han podido rescatar los nombres de dos de los cuatro agentes en Lima en esa época. Uno de ellos era Enrique Garland, hijo de un contador inglés de nombre Gerald, quien trabajó por un largo período en Valparaíso y que a esa fecha era uno de los gerentes de la Casa Gibbs. (...) El otro agente que trabajaba con Garland, cuya identidad ha sido posible establecer, era Ramón Bryce, empleado de la Casa Grace de Lima.
El libro de Parvex dice que Enrique Garland von Lotten nació en 1851. Su padre, de nacionalidad inglesa, se llamaba Gerald Garland Myers y se desempeñó como contador en Valparaíso por muchos años, alcanzando importantes cargos en las casas Grace y Gibbs en Chile. Posteriormente, la familia Garland emigró al Perú, cuando Gerald fue nombrado contador de la Casa Gibbs en Lima. Enrique ingresó como ayudante de contador a esa misma empresa. Allí trabajaba cuando se enroló como agente de la inteligencia de Chile. A mediados de 1881, Enrique abandonó el servicio. En setiembre de 1882 contrajo matrimonio con Augusta Farmer, soltera natural de Lima de veinte y tres años de edad, hija legitima de Juan Farmer y de Carmen Altamirano, con quien tuvo un hijo llamado Enrique Juan Garland Farmer, quien falleció en 1967. Enrique Garland von Lotten falleció en octubre de 1884 por una apoplejía cerebral.
Por otro lado, según Mela Bryce de Tubino en una publicación denominada 19 Ponencia Mela Bryce La huella del santafesino, don Fernando López Aldana. Benemérito en grado heroico y Eminente de la República del Perú (http://xxreunionamericanadegenealogia.blogspot.com/2017/10/19-ponencia-mela-bryce-la-huella-del.html), menciona que Ramón Enrique Bryce López Aldana nació el 31de agosto de 1855, fue bautizado el 23 de junio de 1856 en la parroquia de San Simón y San Judas del Callao y falleció de 44 años el 21 noviembre de 1899 en Lima. Contrajo primer matrimonio el 18 de febrero de 1882 en la parroquia del Sagrario de Lima con Carmen Judit Gastañeta Espinosa, bautizada el 31de mayo de 1863 en Lima, hija del Dr. Pedro Gastañeta Rivero y de Carmen Espinosa Álvarez. Doña Carmen muy enferma desde antes de casarse, murió al año siguiente el 25 de enero de 1883 en Lima sin dejar sucesión. Enrique contrajo segundo matrimonio en la Parroquia de los Huérfanos, en Lima, el 15 de junio de 1886 con Rosa Victoria Arróspide Hurtado nacida entre 1863/8 en Lima, hija de Manuel Isaac Arróspide y Echenique y de su esposa Petronila Hurtado Fernández-Prada.
Ramón Bryce López-Aldana desde muy joven se dedicó al comercio y la contabilidad. Al iniciarse la Guerra del Pacífico trabajaba en la Casa Grace en Perú, incorporándose al servicio secreto chileno a fines de 1879. Iniciada la ocupación chilena de Lima, en 1881, continuó sus actividades comerciales en el Perú en el rubro de las importaciones de mercancías y maquinarias.
La familia Bryce fue muy cercana a los Grace pues William Grace trabajó para los Bryce hasta que los hermanos William y Michael Grace se convirtieron en socios de John y Francis Bryce Weddle. La firma John Bryce and Co. se encargaba de proveer suministros a la Armada Peruana y realizaba importantes negocios en los Estados Unidos. Se fusionó con Grace & Company en 1867, pasándose a llamar Bryce, Grace & Co., y después de vencer el acuerdo original de los Bryce, pasó a llamarse Grace Brothers & Co. en 1876, para finalmente denominarse W.R. Grace & Co., que en el Perú sería conocida como la Casa Grace.
William Russell Grace
John Bryce se fue a vivir a Europa en 1867, mientras que Francis Bryce se quedó en Perú, dedicándose a su plantación e ingenio azucarero. Se casó con Clementina López Aldana Larriva y tuvieron a Ramón Bryce López-Aldana, el espía peruano a favor de Chile, quien tuvo un hijo llamado Francisco Bryce Arróspide quien se casó con Elena Echenique Basombrío ¡padres del famoso escritor Alfredo Bryce Echenique!
La red de agentes chilenos desde abril 1879 hasta enero 1881 operó con Nicanor Zenteno y Máximo Ramón Lira Donoso como coordinadores centrales en Perú, Bolivia, EEUU y Europa, y con Holger Birkedal como coordinador ad hoc en Perú. Tanto Ramón Bryce como Enrique Garland dependían de Birkedal. Adicionalmente, había otros agentes quienes están identificados.
Garland y Bryce operaron en forma ininterrumpida desde comienzos de 1880 hasta el ingreso de las fuerzas chilenas a Lima en enero de 1881. Según Parvex, el 3 de mayo de 1880, antes de las batallas de Tacna y de Arica, los citados agentes chilenos, con excelentes contactos en empresas navieras y de importaciones, enviaron un completo informe telegráfico encriptado de las últimas adquisiciones de armas de Perú.
(...) Compras ya hechas por W.R. Grace & Co, a encargo del Gobierno del Perú. Notas desde diciembre próximo pasado hasta abril próximo pasado. 9,000 rifles Remington calibre 43, a dieciséis pesos cincuenta centavos cada uno. 3 lanchas torpederas Herreshoff, a diecisiete mil pesos cada una. 1,658,000 cartuchos calibre 43, a veintiocho pesos el millar. 5 ametralladoras Gattling con afuste, a mil ciento ochenta pesos cada una. 1,235,000 cartuchos calibre 43,3, a treinta pesos el millar.
La Casa Grace puso todos sus esfuerzos a la causa peruana porque William y Michael Grace se sentían muy vinculados a Perú porque fue donde iniciaron su riqueza. Durante la guerra W.R. Grace & Co. envió secretamente armas al Perú a través del istmo de Panamá.
Por lo tanto, Bryce trabajando en la Casa Grace tenía información privilegiada de alta importancia, ya que permitía a los enemigos chilenos conocer con antelación las operaciones de compras de pertrechos para bloquearlas diplomáticamente (para más información revisar El tráfico de armas y el buque turco).
Por otro lado, Anthony Gibbs e Hijos, donde trabajó Enrique Garland, fue una empresa británica establecida en Londres desde 1802 que operaba internacionalmente como comerciante, prestamista, asegurador y armador. La casa Gibbs era representada desde 1822 en Lima y en desde 1826 en Valparaíso, por la filial Guillermo Gibbs y Cía. En 1842, al comienzo de la era del guano, la Casa Gibbs entró en negocios con el gobierno de Perú como consignataria de las ventas de guano en Europa, operando en Perú hasta 1880.
Parvex cuenta que los chilenos requerían datos actualizados de las guarniciones y del estado de las vías férreas, caminos y depósitos de agua, por lo que pidieron información a Ramón Bryce, quien contaba con un ayudante chino quien había adoptado el nombre de Baltazar López. Recordemos que los chinos apoyaron a los chilenos por las condiciones en las que fueron tratados en las haciendas.
Es así que en Ica contactaron a un comerciante chino que había recuperado su libertad llamado Quintín Quintana. Este equipo, conformado por Bryce y los dos chinos, se desplazó hábilmente por la zona y en menos de una semana habían realizado un completo levantamiento de información en toda la región donde iban a desembarcar las tropas chilenas. Luego del desembarco chileno en Pisco, Quintana se unió a las fuerzas de Patricio Lynch. Al culminar la guerra, Quintana viajó a Chile junto con las tropas y fue contratado como agente de policía en Santiago.
Parvex dice que ante el riesgo que representaba la entrega de información vía telegráfica, Garland y Bryce utilizaron un método de encriptación alfanumérico, que era empleado por los ministerios de Guerra y Relaciones Exteriores chilenos.
Junto con las primeras fuerzas chilenas ingresaron a Lima los agentes chilenos Joaquín Godoy Cruz, José Antonio Silva Montt, el chino Quintín Quintana y el danés Holger Birkedal y se reunieron en un despacho del Palacio de los Virreyes con los agentes que permanecían en Lima, Ramón Bryce, Enrique Garland y el chino Baltazar López. Parece ser que las actividades de inteligencia durante los primeros meses de la ocupación de Lima cesaron por lo que dejaron de participar como agentes Holger Birkedal, Ramón Bryce, Matías Granja y López.
¿Qué habrá impulsado a Enrique Garland y Ramón Bryce a colaborar con Chile? debe ser un tema de investigación para los historiadores.
La Casa Grace tuvo un inmueble en Lima ubicado en la esquina del Jr. Lampa y Jr. Miró Quesada, donde quizás Ramón Bryce tuvo su oficina. Actualmente, ese inmueble pertenece al Ministerio de Economía y Finanzas. La parte izquierda de la fotografía siguiente es del siglo XIX y la parte derecha es del año 2023. Nótese que el techo, las columnas y el adorno que cuelga del techo permanecen en su diseño original.
Casa Grace en el Centro de Lima
Anexo
En el Boletín de la Guerra del Pacífico 1879-1881, publicado en Chile, sobre el bombardeo del Callao al amanecer del día 22 de abril de 1880 dice: Por confesión de los mismos peruanos se sabe que los daños causados por el bombardeo han sido los siguientes: En una de las escuelas municipales -cayó una bomba; otra en el Castillo del Sol, donde perforó una pared. En la calle de la Constitución estalló un proyectil; una cayó en la plaza matriz y dos en los almacenes de Bryce (se refiere a la firma John Bryce & Co que se ubicaba en la primera cuadra de la calle Constitución).
John Bryce & Co
Fuente: Clayton, Lawrence
Bibliografía
- Boletín de la Guerra del Pacífico 1879-1881 Num. 23, Santiago de Chile, 9 de diciembre de 1879.
- Clayton, Lawrence (2008). W.R. Grace & Co. Los años formativos 1850-1930. Asociación de Historia Marítima y Naval Iberoamericana: Lima.
- Parvex, Guillermo. Servicio secreto Chileno (Spanish Edition). Penguin Random House Grupo Editorial Chile. Edición de Kindle.
- Rojas, W. (2017). Un proyecto familiar oligárquico en el siglo XIX: la familia Garland de Lima. [Tesis de pregrado, Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Facultad de Ciencias Sociales, Escuela Profesional de Historia]. Repositorio institucional Cybertesis UNMSM.
Muy buen post con amplia recopilación de datos y análisis. Te felicito. PD: Mi comentario es que es difícil entrar en la mente de los traidores. Nada los justifica. Creo que la ambición y la avaricia hace que las personas hagan cosas que superen sus límites morales. Ellos tomaron relativa ventaja de trabajar para el enemigo a cambio de prebendas seguras y conexiones. El escenario pre-guerra era un desastre con una clase política lamentable (Casi igual como ahora) y con un saqueo continuo del Estado (como ahora). La historia se repite una y otra vez. Dicen que los tiempos malos generan hombre fuertes, los hombres fuertes generan buenos tiempos pero los buenos tiempos adormecen y generan hombres débiles y estos a su vez generan nuevamente malos tiempos. Un ciclo perverso que hay que romper para estar a la altura de los tiempos y su responsabilidad.
ResponderBorrarAsí es Max. La única forma que el Perú se salve es garantizando la libertad de las personas y minimizando el Estado.
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